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sábado, 20 de marzo de 2010

BROTHERS

Hay muchas maneras de hacer bien una película. Para quienes el estilo de Nick Cassavetes en La decisión de Anne era demasiado lacrimógeno, haciendo demasiado hincapié en los sentimientos que despierta en los protagonistas y el público la problemática tratada, está la alternativa fría e hiperrealista e igualmente magistral que Jim Sheridan (The Boxer, En el nombre del Padre, Mi pie izquierdo) despliega en Brothers.

Marines que son personas muy corrientes (el protagonista interpretado por Tobey Maguire y su compañero interpretado por Patrick Flueger), una familia que, como todas, tiene sus heridas mal cerradas, una casa con el desorden normal de estar habitada, y una esposa (Natalie Portman) que ante la muerte de su marido no se deshace en lágrimas, sino que tiene dificultades en sentir lo que se espera en tal situación, son ejemplos de cómo Jim Sheridan cuida la verosimilitud en sus planteamientos.

Por ello el resultado es una cinta que a primera vista parece demasiado fría, como el invierno en que se sitúa y la nieve que rodea a los protagonistas durante ese invierno real y figurado en que transcurre la trama. Esto último es un claro ejemplo, por cierto, de cómo es importante la concurrencia de la profesionalidad de todos los implicados en una película para que el resultado sea “redondo”: el responsable de la ambientación “meteorológica” no eligió por casualidad esa estación del año, ni que sea precisamente en la escena final cuando empieza a derretirse el hielo y la nieve...(y hasta aquí puedo leer).

El caso es que, como decía, el resultado puede parecer demasiado frío. Pero como en una buena película de terror, es precisamente la cercanía de la posibilidad de vivir lo que se está viendo lo que empieza a estremecer al espectador: son sin duda situaciones extremas las que se relatan, pero las acciones y reacciones de los personajes son tan “normales” que aterra pensar que podríamos ser nosotros los que así actuaríamos. Para ello el director ha tenido que contar con unos actores conscientes en todo momento de este planteamiento hiperrealista, contribuyendo con unas magistrales actuaciones contenidas, que no por ello menos intensas. Todos ellos despliegan una espectacular sinergia con el director: Tobey Maguire, a quien es realmente difícil no ver como el Peter Parker de Spiderman, una Natalie Portman que va madurando y está notable como madre y esposa en un papel antes poco habitual para ella, un magistral Jake Gyllenhaal, cuyo papel y por tanto su actuación es fundamental para el éxito del producto...y sobre todo, una impresionante y apabullante actuación de la pequeña Bailee Madison (antes vista en un papel secundario de Un puente hacia Therabitia), en línea con la interpretación contenida y a la vez intensa de sus compañeros de reparto, con una naturalidad perfectamente controlada, que realmente hace pensar que su personaje era una niña a la que le estaba sucediendo lo que acontecía en la película.

Por cierto, Brothers es una exploración de las nefastas consecuencias de la guerra en las vidas de quienes van a combatir y sus familias, que no cae en el cansino tópico de la ideologización del mensaje ni en el facilón y manido “no a la guerra”. La vida real es más compleja que todo eso: para comprobarlo, nada mejor que ir a ver esta película.

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