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sábado, 10 de abril de 2010

Cómo entrenar a tu dragón

Ir a ver esta película ha sido una de esas ocasiones en las que uno va sin muchas expectativas y sale encantado. Sería difícil destacar un motivo por el cual la experiencia es tan satisfactoria, quizás se podría definir por las tentaciones en que no han caído sus creadores. No han caído, por ejemplo, en la tentación de confiar en la fama del libro en el que se basa, y en cambio se han preocupado por un buen guión, fundamento de cualquier buen producto. No han caído tampoco en el efectismo y no se han entretenido en excesivas escenas pensadas en regodearse en el 3D (véase la “Nota sobre el 3D” más abajo). Tampoco han caído en la fácil tentación del exceso de comicidad o de bromas fáciles. Las que hay son las justas y no le restan credibilidad al argumento de aventuras. También tenían en bandeja caer en una exageración de la “moraleja” de que la guerra se fundamenta en el desconocimiento del supuesto enemigo o de que los problemas se solucionan poniéndose en el lugar del otro. Precisamente porque no enarbolan ese mensaje con aires de superioridad moral, como sucede en tantas otras películas, él propio mensaje cala mucho más, casi sin que uno se dé cuenta, con lo importante que es para los niños que la van a ver.

No puedo dejar de mencionar, una vez más, lo importante que es una buena música para conseguir un producto redondo. La banda sonora de John Powell consigue expresar en sus temas toda la carga épica, sentimental y aventurera del guión, incluido el efecto envolvente que se pretende con la tecnología 3D.

Es este, por cierto, un caso más de duplicidad de ideas: ya está siendo anunciada una película de planteamiento casi idéntico: Cazadores de dragones. En casos como estos nunca es fácil saber quién copió a quien, ya que es muy frecuente que el “copión” se esfuerce en salir al mercado un poco antes y aprovechar así la ventaja de que la suya sea la primera. Lo que está claro es que será difícil superar una película tan redonda como “Cómo entrenar a tu dragón”.

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