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sábado, 18 de septiembre de 2010

El Aprendiz de Brujo

Jerry Bruckheimer nos tiene acostumbrados a que su sello de productor sea garantía de calidad y originalidad. Sorprende por ello que haya respaldado la producción de esta película en la que la sensación al verla es la de haberlo visto todo antes. Harry Potter, La Brújula Dorada, Eragon y hasta Guardianes de la Noche vienen a la mente en varios momentos de la película, en la que realmente sabe a “deja-vu” la continua batalla entre brujos lanzándose rayos y hechizos (ahora llamados bolas de plasma) hasta la saciedad. Uno se pregunta por qué, si tienen poderes al parecer ilimitados, no resuelven de una vez por todas en vez de ir probando conjuros poco agresivos cada vez más poderosos alternativamente en cada bando.

No salva la película la divertida interpretación de Jay Baruchel del héroe accidental y reticente que se ve envuelto en un mundo y una batalla que no acaba de entender, ni la presencia del sobrino de Francis Ford Coppola, Nicolas Cage, ni una excelente banda sonora de Trevor Rabin, probablemente lo mejor de la producción, junto al guiño a la película homónima de animación Disney, con la escena de las fregonas que cobran vida.

En cualquier caso, una película bastante prescindible.

sábado, 11 de septiembre de 2010

The Karate Kid

En The Karate Kid nada es como uno se lo espera. Para empezar no se practica Karate, sino Kung-Fu. Por otro lado, cabría esperar mucha acción y largas peleas, pero éstas son sorprendentemente breves –sobre todo el esperado combate final— y la primera hora y media (dura más de dos), aun mostrando mucho mamporrazo, y muy duro en ocasiones, se centra en los protagonistas y sus historias personales, y se hace incluso lenta durante bastante tiempo. Salvan la falta de ritmo la excelente actuación del hijo de Will Smith y la de Jackie Chan, por una vez haciendo un papel serio, y encima con encanto.

Cabe destacar que por una vez se muestra una China moderna y actual, sin caer en el tópico de identificar ese país con sus estampas rurales y arcaicas, y el doblaje de la versión española, que mantiene el acento chino en los personajes chinos, incluyendo al propio Chan, lo cual le da a toda la película un toque muy verosímil que es además muy importante para la historia, lo cual podría haber pasado fácilmente desapercibido a los responsables del doblaje. Por suerte no ha sido así.

Pero si uno tiene poco interés por las artes marciales y encima se le hace lenta la película, todo ello se ve compensado con creces por la impagable secuencia de entrenamiento que sigue (¿cómo decirlo sin revelar nada esencial?) a la destrucción del coche (hasta ahí puedo leer), en la que la banda sonora de James Horner alcanza un nivel de sublimidad inigualable y es un protagonista más junto a la luz, las sombras, los actores y el director, y juntos todos ellos expresan sin palabras y de manera magistral la esencia de toda la película en unos minutos.

Decía que en esta película nada es como uno se lo espera. Bueno, hay una cosa que sí lo es: el final. No podía ser de otro modo.

SALT - ¿Quién es Salt?

¿Quién es Salt? Es la pregunta que plantea la campaña promocional de la película y, si nadie te agua la fiesta revelándote el secreto (como hacen, por ejemplo, las sinopsis que ponen en algunos cines, menos mal que la leí después de ver la película), realmente se mantiene la incógnita a lo largo de gran parte de la cinta. Cierto que las tramas pensadas para el contexto de la guerra fría no encajan con la situación actual, pero pienso que esa vertiente de credibilidad histórica de la película no es obstáculo alguno para disfrutar de un buen rato de intriga de la buena, de espías de verdad y de acción trepidante, sobre todo después de las versiones “light” del género que nos han brindado “Noche y Día” o “Killers”, otro par de películas “gemelas” que salen casi a la vez.

Parece, además, que Salt ha venido para quedarse, no sólo en el recuerdo, sino en futuras entregas, no sé si cinematográficas o en forma de serie de TV, ya que si ella cumple la misión que se le encomienda al final, tiene para muchos episodios. Si la cosa cuaja en este sentido, tendremos Aneglina Jolie para rato, ya que el papel le encaja como anillo al dedo, y eso que dicen que estaba escrito para un protagonista masculino, como Tom Cruise. Creo que con este actor la película habría perdido gran parte de su atractivo –y no lo digo por el físico de Angelina Jolie, excesivamente delgada en la actualidad, creo yo— sino porque se habría percibido por el público como más de lo mismo, en relación con Misión Imposible y otros papeles similares desempeñados por él.