Buscar en este blog

sábado, 9 de julio de 2011

Kung Fu Panda 2

Ya son multitud las películas que incumplen aquello de que “nunca segundas partes fueron buenas”, y Kung Fu Panda 2 es una más.

Llena de acción y con un ritmo ágil, esta película deleita a niños y grandes, con elementos de humor dirigidos a ambos, proporcionando una buena elección para pasar la tarde y salir satisfecho del cine.

Cabe destacar que ha sido dirigida por una mujer, Jennifer Yuh, lo cual desgraciadamente sigue siendo algo destacable. Lo ha hecho magníficamente en su primer largometraje, habiendo llegado a la dirección de esta entrega de Kung Fu Panda tras haber sido jefa de los guionistas y supervisora de las escenas de acción y artes marciales de la primera película.

Otra curiosidad, irrelevante para quienes la disfrutarán en español, es el elenco de actores que han prestado sus voces a los personajes, incluyendo un pequeño papel para Jean-Claude Van Damme y la función de asesor creativo de Guillermo del Toro, que es además uno de los productores ejecutivos de la película. Me pregunto qué se cuece por Hollywood para que éstos profesionales acaben desempeñando estas curiosas funciones en películas como ésta…

sábado, 2 de julio de 2011

ALGO PRESTADO

Algo Prestado es otra película que acaba siendo víctima de quienes se encargan de su promoción y la encasillan como comedia romántica, cuando en realidad es mucho más.

A lo largo de la película se explora lo enrevesadas que pueden acabar siendo las relaciones personales a partir de una mala decisión y la negativa a reconocer que lo fue. Tras una concatenación de huidas hacia adelante en las vidas de los protagonistas, el enredo llega a ser de tal alcance que esta “comedia romántica” llega a convertirse en una historia de intriga en la que ni siquiera se pude intuir el modo en que los protagonistas saldrán de la situación en que se han metido. Final inesperado, pues, no tanto porque lo que acaba ocurriendo no sea una opción plausible, sino porque el director es capaz de llevar la película con gran equilibrio y maestría lejos de la típica sensación de estar seguro cuál va a ser el final.

Kate Hudson consigue clavar su papel de tal manera que, tal como se pretende, el espectador acaba cogiéndole una intensa manía. Destaca, sin embargo, la soltura y naturalidad con que John Krasinski se hace querer en su papel del amigo fiel que siempre está ahí cuando se le necesita y dice las cosas que necesitan ser oídas.