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sábado, 19 de diciembre de 2015

STAR WARS - El despertar de la Fuerza

Las grandes expectativas levantadas en torno a esta película tras una espera de 10 años hacían que no fuera nada fácil conseguir un resultado que se pudiera considerar satisfactorio unánimemente. 

Tenía que encajar con las entregas anteriores (quién no se ha visto los seis episodios anteriores en los días previos) al tiempo de ser una película nueva que no se pudiera tildar de más de lo mismo, justificar la reunión del reparto original más allá de una operación de marketing sin al mismo tiempo abusar de la nostalgia, estar a la altura de las audiencias de una nueva generación en términos de ritmo y espectáculo visual, evitar el cliché de que Disney iba a convertir la fraquicia en un producto "light", superar el listón que J.J. Abrams se ha puesto a sí mismo con películas anteriores -incluyendo su nueva visión de Star Trek-,  y, al fin y al cabo, ser una buena película en sí misma con nuevos personajes capaces de llevar el peso de la saga en el futuro.

J.J. Abrams lo ha conseguido todo. 

Quisiera también destacar que algo habrá tenido que ver que se haya contado con Lawrence Kasdan, el guionista de las que se consideraron las mejores entregas de la saga, El Imperio Contraataca y El Retorno del Jedi, además de Indiana Jones - En Busca del Arca Perdida.

Bill

Bill es William Shakespeare, y esta película es una de esas sorpresas agradables que uno se encuentra de vez en cuando, al ir al cine sin saber mucho de lo que va a ver. No soy muy aficionado a las comedias y es difícil que una comedia me arranque algo más que una sonrisa. Sin embargo con Bill no paré de reir, aunque eso sí, la mayor parte de los golpes de humor son juegos de palabras en inglés y muestra de un muy sutil humor inglés, todo lo cual se perderá probablemente en una traducción.

Descubrir al final que cada actor hizo varios papeles no hace más que aumentar las ganas de verla otra vez y la admiración por el reparto.

Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 2

No había más remedio que verla si uno quería terminar la trilogía de cuatro películas, pero está claro que era totalmente innecesario dividir en dos películas la tercera entrega de la novela. Si al menos hubiera habido alguna sorpresa o un giro inesperado, se podría justificar el estiramiento forzado del argumento, como ocurrió, quizás, con la última entrega de Harry Potter, pero en esta película ni siquiera hubo eso. Todo concluye como estaba previsto, y esta última película no añade siquiera un nuevo nivel de profundidad a la leve y obvia crítica social que pretende dar algo de sentido a la historia. 

Decepcionante conclusión, por tanto, de una saga que prometía, pero que se quedó a medio camino de lo que se podía haber esperado.

The Dressmaker

Esta película tiene un aire a comedia de los hermanos Coen combinada con Priscilla, Reina del Desierto. Es deconcertante y estridente en determinados momentos (por ejemplo, no termina cuando parece que ha llegado el final feliz y uno empieza a aborcharse el abrigo, y en cambio queda un buen rato de película) y yo diría que fácilmente podría haber sido un estrepitoso fracaso, y sin embargo por algún misterioso motivo no lo es.  Estupenda actuación de Kate Winslet. Otra de estas películas que merece la pena ver por ver algo distinto de lo habitual...

The Lady in the Van

La expectativa de ver a Maggie Smith en un papel protagonista quizás hacía esperar demasiado. Ella no decepciona, pero uno se queda con la miel en los labios cuando la película termina y no ha acabado de cuajar la historia. En especial descoloca el desdoblamiento del personaje Alan Bennett (cuya versión real escribió la historia y aparece brevemente al final de la película) en dos encarnaciones que hablan entre sí, una representándo al Alan Bennett que vive la historia y la otra al Alan Bennett que la escribe. Idea curiosa que permite evitar tener que el personaje diga en voz alta sus pensamientos, pero que para mi gusto no ha funcionado, y no creo que tampoco funcionaría en otras películas.

Spectre 007

Nueva entrega de la saga de James Bond, que a muchos les ha parecido casi tan buena como la anterior, pero no del todo. Ahí difiero de la mayoría, ya que considero que ésta es mejor que Skyfall, más completa y consistente como película y con Daniel Craig en plena forma en su papel de agente 007, en el que también opino que ha sido el mejor en los últimos tiempos, probablemente desde Sean Connery.

Sufragistas

Fallido intento de plasmar en la pantalla lo que se prestaba para ser una historia vibrante con el interés añadido der ser verídica y relativamente reciente. La excelente actuación de Helena Bonham-Carter y las demás actrices del reparto no es capaz de salvar lo que se queda en ser una pincelada sin claro principio ni final de determinados eventos en torno a la lucha por el voto de las mujeres en Inglaterra. La historia personal de la activista protagonista parece superpuesta a la fuerza, por aquello de introducir un conflicto personal, más que parte de la trama.

Casi lo más interesante es la lista que aparece en los créditos finales de los años en que el sufragio de las mujeres se introdujo en distintos países, sobre todo el dato de que en Suiza, un país en el corazón de Europa, no llegó hasta 1971.

A little caos

Original historia en torno a una profesión poco reflejada en el cine como es la de jardinero. A través de la construcción, revolucionaria para la época, de un espectacular jardín para el rey Luis XIV se contraponen distintas visiones de la vida y de la sociedad a través de las plantas y la configuración de un jardín, de la mano de Alan Rickman como director y actor, dejando el pabellónn bien alto en ambos ámbitos. Definitivamente merece la pena para quien quiera ver algo diferente de lo habitual, sin meterse en el fango del "cine experimental".